Relato se Shimi!!

Hable con ella por la mañana, le llame despues de ver sus fotos, era la mujer de mis fantasias pero de carne y hueso, habia pasado una semana desde que la encontre hasta que hoy su voz, aún no sabia moverse por Madrid, desconocia el tiempo que tardaria en llegar desde su casa hasta la mia, no se fiaba mucho de ir a un domicilio, tuve que insistir y al final acepto.

Suena el telefonillo, oigo nuevamente su voz, le abro y espero junto a mi puerta y espio por la mirilla, la veo salir del ascensor, tal como en las fotos...puede q incluso mas bella, abro la puerta va vestida muy normal, tal como me gusta, nada en plan femme fatal, pasaria desapercibida por la calle salvo para aquellos de olfato muy fino.

Hablamos, reimos, ella sentia mi mirada por todo su cuerpo y sabia perfectamente donde colocar su mano que hacia de cebo y llevaba mi vista a otro punto donde nuevamente encontraba una curva en la que dejar volar mi imaginación.

Se abre una puerta y se cierra otra, veo aparecer su cuerpo desnudo y siento como mi cuerpo se estremece, me hubiese encantado avalanzarme sobre ella, pera esa belleza se merece otro trato, aprieto los puños y sigo ahí, de pie, observando el cuerpo mas perfecto que he visto, me desnudo, siento sus labios, su pecho, su torso, sus piernas, todo su cuerpo contra el mio, mi emoción es notoria y ella sabe que puede hacer conmigo lo que quiera, su boca se abre y sus rodillas tocan el suelo y yo toco el cielo.

El ritmo se puede disfrutar tambien fuera de la musica, ella creo para mi una sinfonia, en la cama hizo todo lo que una mujer puede hacer a un hombre y me permitio recorrer y disfrutar cada centimetro de su cuerpo, cada grieta, cada entrada a ese palacio del deseo. Nuestras garagantas emitian sonidos ahogados, y nuestras manos entrelazadas cada vez apretaban mas la una a la otra, sentiamos que se acercaba el final y disfrutamos tanto como pudimos.

Cuando se fue, volvi a espiarla por la mirilla, le veia mientras esperaba el ascensor, ella me daba la espalda, entonces se gira y mirando hacia el techo sonrie, no sabia que estaba alli, no sabia que la miraba y ese gesto tan natural aún me acompaña cada dia.